La conexión entre las emociones y las ventas, una práctica fundamental
Las emociones y los sentimientos están sub valoradas, de seguido pensamos que el cliente no espera ni retiene mucho de su experiencia de compra pero ¿te ha pasado que te acuerdas perfectamente de como te sentías en un momento preciso, sin mayores detalles?
El producto es solo un canal de transmisión del mensaje, el producto en sí puede traer memorias, pero no siempre sentimientos. Lo que genera sentimientos y emociones es la experiencia de compra. Si generas una buena experiencia de compras con emociones, el cliente regresará no solo por la marca y el producto, sino por cómo se sintió al momento de comprar y por revivir ese sentimiento una y otra vez.
Dicen los sociólogos y los psicoanalistas que la razón principal para comprar, es la satisfacción es el sentimiento “feel good” que se desprende en el cerebro con las compras, pero que cada vez dura menos, de ahí que haya la necesidad de consumir más.
Es vital entender el compromiso de la marca con el cliente, saber qué hay detrás de cada venta, de cada experiencia y generar esa conexión en un nivel completamente diferente.
¿Cómo se logran estas conexiones? igual que como funcionan las emociones, de adentro hacia afuera. El equipo de una marca y su personal es realmente el alma. Las personas que tienen contacto con el cliente no deben ser elegidas al azar, deben ser personas altamente preparadas, no solo en venta y producto sino en la gestión de las emociones propias y en el entendimiento del cliente.
¿Sabes qué tipos de cliente existen? ¿le enseñas a tus vendedores y a tu equipo cómo manejar las situaciones? ¿saben tratar con personas ‘difíciles’? ¿cómo desarmarlas y fidelizarlas? o ¿con personas alegres y amables? Muchas veces damos por sentado que los seres humanos, por ser humanos somos buenos con las relaciones interpersonales, pero no siempre es así.
¿Conoces personas que ‘venden lo que sea’? es porque tienen exceso de empatía y entendimiento, saben leer a su público. Eso es lo que tiene que hacer la marca, en dos canales, en el canal general y en el personalizado, debemos ser capaces de despertar sentimientos y emociones en las redes sociales y la comunicación indirecta, tanto como en la comunicación directa, uno a uno.
Las historias, las anécdotas, los valores y la humanización de la marca, son factores impulsan este objetivo. “La economía del bien común se basa en los mismos valores fundamentales que aseguran el éxito de nuestras relaciones: confianza, aprecio, cooperación, solidaridad y voluntad de compartir”, Christian Felber.
Dicen los sociólogos y los psicoanalistas que la razón principal para comprar, es la satisfacción es el sentimiento “feel good” que se desprende en el cerebro con las compras, pero que cada vez dura menos, de ahí que haya la necesidad de consumir más.
Es vital entender el compromiso de la marca con el cliente, saber qué hay detrás de cada venta, de cada experiencia y generar esa conexión en un nivel completamente diferente.
¿Cómo se logran estas conexiones? igual que como funcionan las emociones, de adentro hacia afuera. El equipo de una marca y su personal es realmente el alma. Las personas que tienen contacto con el cliente no deben ser elegidas al azar, deben ser personas altamente preparadas, no solo en venta y producto sino en la gestión de las emociones propias y en el entendimiento del cliente.
¿Sabes qué tipos de cliente existen? ¿le enseñas a tus vendedores y a tu equipo cómo manejar las situaciones? ¿saben tratar con personas ‘difíciles’? ¿cómo desarmarlas y fidelizarlas? o ¿con personas alegres y amables? Muchas veces damos por sentado que los seres humanos, por ser humanos somos buenos con las relaciones interpersonales, pero no siempre es así.
¿Conoces personas que ‘venden lo que sea’? es porque tienen exceso de empatía y entendimiento, saben leer a su público. Eso es lo que tiene que hacer la marca, en dos canales, en el canal general y en el personalizado, debemos ser capaces de despertar sentimientos y emociones en las redes sociales y la comunicación indirecta, tanto como en la comunicación directa, uno a uno.
Las historias, las anécdotas, los valores y la humanización de la marca, son factores impulsan este objetivo. “La economía del bien común se basa en los mismos valores fundamentales que aseguran el éxito de nuestras relaciones: confianza, aprecio, cooperación, solidaridad y voluntad de compartir”, Christian Felber.